Elegir un colchón puede ser una verdadera carrera de obstáculos, ya que hay muchas opciones en el mercado. Entre colchones de muelles ensacados o multiespiral, de látex o espuma, con memoria de forma, con relleno sintético o natural, ¡te pierdes rápidamente! Y como pasamos de 7 a 8 horas por noche de media en los brazos de Morfeo, tener un buen colchón es fundamental para conservar nuestra salud y dormir tranquilos. Para ayudarlo, aquí hay siete criterios a considerar al elegir un colchón de calidad.
1. La tecnología: ¿espuma, látex o muelles?
Tres tecnologías principales dominan el mercado de los colchones: espuma, látex y resortes. La espuma de poliéter, reservada para colchones de nivel de entrada, no es apta para el descanso diario porque no le gusta la humedad y tiene una vida útil corta. los espuma de poliuretano también es sensible a la humedad, pero tiene la ventaja de ser hipoalergénico y ser más firme y tonificado que el poliéter.
El látex es muy popular porque es duradero, ofrece buena ventilación con sus células y abraza el cuerpo gracias a su elasticidad. ¿Desventaja? el es pesado Si opta por el látex, podrá elegir entre colchones de látex sintético, que generalmente son económicos, y colchones de látex natural, hechos de savia del árbol del caucho, que son más caros.
Por último, hablemos de los resortes. Durante mucho tiempo han tenido mala prensa debido a la tecnología de los resortes multiespiral, que apareció en la década de 1960: este tipo de colchón es firme y robusto, pero cuando dos personas duermen sobre él, el movimiento puede volverse rápidamente molesto. Los resortes bicónicos tienen un defecto similar: cada presión se siente en toda la superficie del colchón. Además, los resortes pueden hacer ruido. Si te mueves mucho mientras duermes, ¡evítalo! En su lugar, opta por un colchón de muelles ensacados, una tecnología que tiene veinte años y que hoy es la más extendida en el mercado de los colchones de muelles. Cada resorte está envuelto individualmente., y reacciona independientemente de los demás cuando se le presiona. ¡No más efecto rebote! Este tipo de colchón también tiene buena ventilación.
2. Firmeza
El nivel de firmeza de un colchón determina la sensación de confort que ofrece: esto es lo que se denomina “bienvenida”. Varía de un colchón a otro en función de su factura, el grosor de su relleno o el tipo de material utilizado. La firmeza es un criterio importante, obviamente, pero a menudo se malinterpreta. Ante todo, hay que luchar contra una idea recibida, según la cual cuanto más firme es un colchón, mejor es para la espalda. En realidad, para la mayoría de la población francesa, es más bien hacia la semi-firme hacia donde es necesario moverse.
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Por qué ? Porque el nivel ideal de firmeza depende del índice de masa corporal del durmiente, que se calcula dividiendo el peso por el cuadrado de la altura. Por simplicidad, cuanto más pesada es una persona, más firme se necesita un colchón. Los colchones blandos son adecuados para pesos pluma. Y si el colchón está destinado a dos personas que tienen un IMC radicalmente diferente, puede ser conveniente elegir dos sábanas adecuadas para cada una.
Por último, y esto es muy importante, la firmeza de los colchones no está estandarizada. Los nombres «muy suave», «suave», «equilibrado», «firme» y «muy firme» pueden hacer referencia a diferentes niveles de firmeza según el fabricante, porque cada uno hace un poco lo que quiere. Moraleja de la historia: para saber si la firmeza de un colchón es adecuada para ti, ¡tienes que probarlo!
3. Relleno
La función del acolchado es absorber el sudor y regular la temperatura. Hay dos familias principales de rellenos: rellenos sintéticos y rellenos naturales, hechos de seda, algodón, lana, bambú o fibra de coco. Si sudas mucho por la noche, elige un relleno natural, en el que te sentirás mejor.

4. Memoria de forma, ¿un plus?
Los colchones viscoelásticos están en auge, y hay excelentes en el mercado, como los creados por la empresa Bdreams. Compuesto por una espuma viscoelástica y termosensible que reacciona al calor del cuerpo, este tipo de colchón se adapta a la morfología de cada uno. Y, cuando cambias de posición, el colchón vuelve a su forma como por arte de magia. Esta tecnología puede cubrir diferentes tipos de colchones (muelles, látex o espuma). A algunos les encanta, otros se sienten apretados y atrapados en estos colchones. Una vez más, ¡solo probando podrá descubrir si la espuma viscoelástica es adecuada para usted!
5. Tamaño y espesor
Es mejor elegir un tamaño de colchón estándar, como 140×190 cm, 160×190 cm o 160×200 cm para dos personas: esto le dará más opciones en términos de ropa de cama. El espesor, por otro lado, está determinado por el tipo de tecnología utilizada. los los colchones de espuma y látex son generalmente más delgados (menos de 25 cm) que los colchones de muelles. Los colchones con un grosor de 14 a 18 cm deben reservarse para un uso ocasional, ya que son demasiado finos.
6. El tipo de somier
A la hora de elegir la ropa de cama, no solo hay que tener en cuenta el colchón… ¡sino también el somier, su compañero imprescindible! De hecho, el tipo de somier influye en la comodidad que ofrece un colchón. ¿Tienes un somier? No hay elección, ¡tienes que comprar un colchón de resortes! Menos firmes que los de lamas, los colchones de muelles no son adecuados para la espuma y el látex. Con un somier de láminas, tiene muchas opciones: ¡todos los colchones son adecuados! A menos que su cama tenga una base de listones ajustable, en cuyo caso se deben evitar los colchones de muelles. Por último, ten en cuenta que un somier no siempre es imprescindible: hoy en día existen colchones transpirables, que se pueden colocar directamente en el suelo sin miedo al moho.
7. El precio y la garantía
De un fabricante a otro, los precios de los colchones suelen marcar la gran diferencia, con modelos desde 200 euros, y colchones a partir de 2500 euros. La buena noticia es que un precio elevado no significa necesariamente un buen colchón. Los colchones por debajo de los 500 euros pueden ser excelentes, y los modelos caros, mediocres. Los menos costosos son los colchones de espuma de poliéter, que son más adecuados como colchones extra que como camas de día. Si tu presupuesto es limitado, opta por un colchón de muelles bicónico (desde unos 200 euros), o un colchón de espuma de poliuretano (desde unos 300 euros).
los problema de garantía, por su parte, no debe ser un criterio de selección imprescindible. La mayoría de los fabricantes ofrecen garantías de 5 años de media, aunque algunos llegan hasta los 25 años. En cualquier caso, estas garantías solo cubren defectos de materiales y mano de obra, y no protegen contra el desgaste. En el peor de los casos, tenga en cuenta que, en caso de defecto, todos los colchones vienen con una garantía de conformidad de 24 meses.
En conclusión: ¡la mejor forma de reconocer un buen colchón es probándolo!
Como la elección de un colchón es eminentemente personal, nada sustituye a una buena prueba. La clave es tomarse su tiempo… ¡y hacerlo juntos si se acuestan juntos! No es necesariamente necesario ir a la tienda, porque algunos fabricantes que venden solo en línea ofrecen pruebas de 30 noches o más. Para probar su colchón, acuéstese: si puede pasar la mano entre los riñones y el colchón, es demasiado firme. Y si queda un hueco cuando empujas el codo contra el colchón, es demasiado blando. Cambia de posición: si tienes problemas para darte la vuelta, el colchón es demasiado blando. Estos pequeños consejos te ayudarán a elegir, pero no son reglas estrictas. Lo principal son tus sentimientos… ¡y también tu presupuesto, por supuesto!