LOS platos de ducha se pueden encontrar en diferentes materiales como cerámica, resina, acrílico, etc. Los colores también agradan a cualquiera, así como el diseño o la facilidad en su limpieza. Pero elegir este producto para el baño también significa pensar en el coste, como la cabina de ducha más adecuada al estilo del mobiliario. Hoy te damos 6 consejos para recordar y poner en práctica antes de pasar a la compra y posterior instalación de la mampara de ducha.

Mampara de ducha: lo que necesitas saber

Las personas que aman una casa ordenada y también pasan mucho tiempo manteniéndola limpia saben que también se necesitan precauciones adicionales. Por ejemplo, la limpieza frecuente facilita las tareas del hogar, así como el orden. Los pobres se acomodan menos en los muebles y enseres. Las manchas, si se quitan inmediatamente, no tienen forma de adherirse bien, como sucede con la piedra caliza que ensucia grifos, espejos, vidrios y más.

Por eso, la elección suele recaer en modelos de mamparas de ducha, con un diseño pensado también para facilitar la limpieza. Aquellos que usan poco la ducha porque tienen otro baño con bañera instalado también pueden ser más propensos a una cabina de ducha más grande y que consume más tiempo. De hecho, los colores oscuros se notan más cuando están sucios.

Un objeto siempre se compra (o al menos se debería) porque es útil, si con un poco de atención garantizamos también un artículo excelente en otros aspectos, lo utilizaremos con más alegría. Un ejemplo para entender el concepto.

Cuando compramos una batidora nos aseguramos de que tenga piezas para desmontar, para que su limpieza sea más sencilla. También pensamos en el espacio que ocupa y por ello nos preguntamos si es demasiado grande para la cocina o no.

El mismo concepto se puede aplicar a la cabina de ducha. O, cuando se utiliza, ¿nos garantiza nuestras necesidades reales? Por ejemplo, ¿es pequeño y necesitarías más grande? Si aumentamos su tamaño, ¿tenemos que renunciar a algo, como el bidé por ejemplo? Son preguntas a tener en cuenta para entender qué es lo que buscamos en nuestro baño.

¿Es mejor un diseño neutral que uno personalizado o moderno? La respuesta no es sencilla, podemos decir que si por temperamento tendemos a aburrirnos pronto de las cosas, entonces se da el caso de optar por colores suaves, neutros, por así decirlo que no puedan molestar con el tiempo. Además, el diseño también puede traer una ventaja en términos de precio. Porque si se opta por uno bastante sencillo y por tanto donde haya habido menos trabajo detrás, bastará con optar también por los modelos económicos. Los que tienen más decoraciones o acabados forman parte del rango de precio medio-alto. Aquellos que prefieran seguir las tendencias y crean que no se arrepienten de la elección, pueden ir instintivamente. Sin embargo, teniendo cuidado de pensar que cualquier modificación no será nada barata.

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