La dichondra es una planta de cobertura o utilizada para empapelar, con unas características hojas redondas de color verde brillante. Los suelos ideales para plantarla son aquellos que estén bien drenados; no le gusta el frío y el estancamiento del agua. Dadas estas premisas hay que decir que está bien incluso en zonas parcialmente sombreadas (lo importante es que la temperatura no baje de los 4-5ºC). También se puede colocar en jardines pero, si hay muchos árboles, especialmente densos, y no pasa el sol, tenderá a escasear y adelgazar. También funciona bien en jardines pequeños y en los intersticios de aceras de jardines de gran envergadura. La dichondra, por lo tanto, no necesita mucho mantenimiento en las etapas posteriores al nacimiento. El nacimiento es el momento más difícil porque la dicondra germina y se asienta muy lentamente y esto la expone a ser contaminada por malas hierbas durante esta fase.
Pero, ¿cómo se prepara el terreno para esta hierba?
En el suelo del césped dichondra, el contenido de arena debe tener un volumen constante, de al menos el 50%, durante los primeros 10-15 cm de espesor. Por lo tanto, es bueno usar una marga arenosa premezclada y lista para usar. Antes de procesar es necesario eliminar todas las malas hierbas, trabajando el suelo incluso un mes antes, dando a luz las malas hierbas y realizando un deshierbe total. Luego, después de 10-15 días, realice un rastrillado superficial ligero y fertilice con un iniciador o combine un fertilizante orgánico en los primeros 10 centímetros del suelo con un fertilizante. Pasando al semillero, se debe mantener húmedo y no empapado para no dejar morir los brotes, y la época ideal para esta fase es la primavera con la máxima a 25°C y la mínima nocturna a 15°C (por lo que la la semilla germinará en 10-12 días). En cuanto al mojado, normalmente en primavera se necesitan 3-4 mojados al día y una vez germinada la semilla se puede reducir.