Una de las mejores suculentas para decorar tu hogar es la cactus, suculenta planta ornamental originaria de los desiertos de México y Sudamérica. El cactus tiene flores más grandes que el tallo y hojas que surgen de las areolas.
El cactus es capaz de almacenar grandes cantidades de agua en el tallo, en las hojas y en las raíces, para poder sobrevivir durante mucho tiempo sin el suministro de agua, incluso en ambientes con temperaturas superiores a 50 ° C o lugares muy fríos.
No es una planta que necesite cuidados especiales y, por lo tanto, incluso los menos «pulgarcitos verdes» podrán embellecer su hogar con el cactus. Solo es necesario proteger a la planta del estancamiento del agua y de la humedad demasiado alta, que a menudo sufre.
Hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de cuidar el cactus:
- luz, necesita mucha luz por lo que es mejor colocarlo en una zona muy calurosa o en contacto directo con la luz solar
- suelo, debe ser poroso y drenante, mezclado con arena. Incorporar, en las capas más superficiales del suelo ya lo largo de toda la superficie, incluso algún material granular de arcilla expandida. Hay preparaciones preparadas que puedes usar.
- fertilizante, durante el período de crecimiento el cactus necesita fertilizante para tener la cantidad adecuada de minerales; necesita nitrógeno para tener un crecimiento exuberante, potasio para la floración y fósforo para favorecer el correcto desarrollo de las raíces. En otoño está bien fertilizar con sulfato de potasio ya que el potasio aumenta la tolerancia de estas plantas al frío.
- agua, debe regarse solo un par de veces al mes pero con cantidades considerables de agua, especialmente en invierno, ya que el metabolismo de la planta se ralentiza. Así que no reduzcas el número de riegos sino la cantidad de agua: demasiada agua provocaría la pudrición de las raíces.