Los setos se utilizan a menudo en el jardín para dividir las diferentes propiedades o simplemente para decorarlo. Sin embargo, deben someterse a tratamientos específicos para que crezcan sanas y exuberantes.
Una operación muy importante
Una operación muy importante, por ejemplo, es la poda que debe realizarse a intervalos regulares para asegurar un crecimiento uniforme y armonioso de las ramas. La poda de los setos debe realizarse en determinadas épocas del año y debe hacerse de manera que se asegure el desarrollo ordenado de la planta. De hecho, los setos deben podarse en dos épocas del año, consideradas las más favorables para asegurar un crecimiento sano y correcto y estas son: principios de primavera y otoño. En primavera, la mejor época para podar los setos es a principios de marzo, mientras que en otoño la mejor época es octubre, antes de que lleguen los fríos y las heladas. No obstante, también se pueden introducir otras dos podas, una en julio y otra en mayo, precisamente para dar a la planta una regulación más frecuente para mantenerla siempre curada y espesa de la forma adecuada. Para la poda necesitas usar herramientas específicas: un par de tijeras, un cortasetos, guantes de jardinería, un rollo de hilo, dos palos, alambre y palos.
¿Cómo podar un seto y dejarlo perfecto?
- Comience a podar el seto atando un extremo de la cuerda a un palo a la altura deseada
- Estire el cordel horizontalmente hasta la otra punta del seto, átelo en el otro lado a la misma altura, asegurándose de que esté lo suficientemente apretado
- Empezar a podar según la línea del cordel formado en altura para evitar «olas»
- Cortar el seto con las tijeras o, en su defecto, con el cortasetos que es más rápido
- Las ramas mal podadas deben luego ser retocadas con tijeras, para evitar el riesgo de enfermedades causadas por heridas o cortes mal hechos.