Aficionados de tradición japonesa y no solo habrán oído hablar varias veces de tatamis, futones y otros conceptos propios de la cultura zen. Muchas son las personas que hoy en día optan por dormir al estilo japonés a pesar de ser parte del mundo occidental. La razón es simple: este mueble le permite vivir de una manera esencial eliminando todos aquellos elementos que son molestos para la serenidad y la relajación. Esencial aquí no significa quedarse corto.
En resumen, la tradición japonesa de vive de forma ecológica y saludable se ha extendido cada vez más incluso más allá de las fronteras orientales. Habla sobre tatamis significa hablar de la esterilla de paja de arroz recubierta de juncos que se coloca debajo del futón, el colchón japonés. El punto fuerte de estos elementos son los materiales con los que están fabricados. Se trata de materiales totalmente naturales como algodón, coco y lana para el futón y paja de arroz y junco para los tatamis japoneses. Hipoalergénico y completamente orgánico.
Hay que decir, sin embargo, que lo que para nosotros es una alfombra tatami, sobre la que se coloca el colchón, en realidad en Japón corresponde a piso realque suele ser utilizado por los propios japoneses como unidad de medida para calcular la superficie de los ambientes domésticos.
Sin zapatos en los tatamis
Los japoneses no entran en casa con los zapatos puestos. Es una tradición antigua, de hecho, una verdadera regla de etiqueta.
Digamos que esta costumbre tiene más de una explicación. En primer lugar, cada casa japonesa está equipada con un Genkan, una entrada más baja que el piso de la casa. Aquí es donde dejas tus zapatos en un zapatero o en un armario habilitado para este fin. Esto se debe a que para los japoneses la distinción entre ambientes limpios y sucios es muy precisa. El exterior es claramente un ambiente sucio, a diferencia de la casa. Por eso está prohibido entrar con las suelas sucias y pisar el tatami.
La otra explicación está relacionada con los pisos en tatamis japonés con el que en el pasado estaban equipadas todas las casas. Era costumbre entrar descalzo porque es un suelo delicado y sobre todo difícil de mantener. Limpiarlo de cualquier suciedad residual fue realmente difícil.
Si bien hoy en día las casas japonesas ya no tienen necesariamente tatamis en todas las habitaciones, se ha mantenido la tradición de entrar descalzo o con zapatillas especiales, un poco como querer ceñirse a una costumbre, una peculiaridad de población japonesa que también se está volviendo cada vez más popular en Occidente. En concreto, los tatamis son de paja de arroz recubierta de tejido de selva, suelen ser esteras de 90 x 180 cm, muy delicadas.
Incluso en los restaurantes y especialmente en los hoteles de Japón, donde el suelo es de tatami, existen zapatillas con las que caminar sobre su delicado suelo de junco tejido.
Las alternativas pueden ser andar en calcetines o descalzos, según las necesidades de quienes ingresan a la casa o al restaurante.
¿Qué pasa con el mantenimiento?
Si es cierto que el tatami es un elemento delicado, también lo es que existe una forma particular de limpiarlo. Ahí mantenimiento se puede hacer de varias formas, pero hay unas reglas a seguir al detalle si se quiere tener un tatami de paja de arroz perfecto y bien cuidado.
La primera regla es nunca exponerlo a humedad o agua excesiva. Su material es delicado por lo que puede deteriorarse. Si por casualidad entra en contacto con el agua habrá que ponerlo a secar inmediatamente al sol, sobre un radiador o sobre una estufa.
Para eliminar el polvo solo use una aspiradora normal, tal como lo hace con el piso y las alfombras.
También es recomendable dejar airear los paneles, aunque es importante que no llegue nunca luz directa y que estén expuestos únicamente con la parte inferior de los tatamis japoneses. Esto se debe a que, si se exponen directamente a la luz solar, el tejido de junco que los compone puede tomar un color rojo.
Airear los tatamis japoneses es fundamental. Bastará con hacerlo una vez al año, esto también servirá para dispersar el olor a paja, que sobre todo al principio es muy fuerte.
Los tatamis, como hemos dicho, sólo se pueden pisar descalzos, con zapatillas o con los calcetines adecuados, llamados tabique son de color blanco y que a menudo se cosen directamente en las chanclas.
Lo que no puede faltar además del tatami
La característica típica de los muebles japoneses es la linealidad del mobiliario, pero esto no es nada nuevo. El minimalismo es algo imprescindible. En Japón, los accesorios de decoración se eliminan en lugar de añadirse, porque solo así será posible alcanzar la filosofía Zen que hace de la esencialidad su baluarte.
Esencialidad significa eliminar pinturas y grabados en las paredes, adornos y alfombras. Los únicos elementos que están permitidos son los tatamis que han sido parte de la tradición desde la antigüedad.
También en cuanto a los materiales con los que están hechos los tatamis japoneses y todos los demás elementos de decoración típicamente japoneses. Como un poco todo el mundo sabe el madera es el material preferido para los muebles de los japoneses. Es una costumbre que se inspira en la religión sintoísta que siempre ha tenido un gran respeto por la naturaleza y el entorno que nos rodea.
Para lograr una decoración armoniosa, es necesario prestar atención a la elección de colores, de formas y materiales siguiendo los elementos esenciales, por tanto fuego, madera, agua, metal y tierra. También ahí posición de los muebles dentro de la casa tiene su propia importancia. Éstos, de hecho, deben estar en total armonía para permitir un perfecto equilibrio entre el yin y el yang y seguir una especie de mapa muy preciso.
Por no hablar de que en Oriente, además de dar importancia a elementos como los tatamis japoneses, se cree imprescindible cuidar el exterior de la casa. Aquí, el jardín representa una habitación muy valiosa en sí misma. Los espacios interiores y exteriores, de hecho, están estrechamente conectados entre sí para crear una profunda sinergia con todos los elementos que los habitantes de la casa han elegido.